Mantener un jardín atractivo conlleva tiempo y planificación. Desde la elección de diferentes plantas y arbustos, la siembra de nuevas especies y bulbos, la siega del césped hasta el mantenimiento del mobiliario de jardín.
Con la llegada del otoño y las bajas temperaturas, es normal que muchos descuiden un poco el aspecto del jardín, esperando a la brotación primaveral para volver a poner a punto el jardín y disfrutar de él durante todo el verano.
Por ello, en este artículo hemos querido reunir las principales tareas de mantenimiento de cualquier jardín o huerto para mantener todo su esplendor y conseguir el mayor desarrollo de nuestras plantas, arbustos y árboles.
Consejos prácticos para cuidar tu jardín
1. Planifica las tareas de tu jardín
Un jardín con tareas planificadas nos ahorrará mucho tiempo. La mayoría de las plantas bulbosas o plantadas mediante semillas necesitan mínimo varios meses de desarrollo antes de emitir las flores. Por lo que es frecuente que a finales de invierno se acumule casi todo el trabajo de plantación, limpieza de malas hierbas y puesta a punto del jardín.
Para ello, lo más práctico es que consultes el calendario de plantación de hortícolas, bulbos y ornamentales y las tareas de mantenimiento de césped. Con ello ya tendrás casi el 50% de la planificación realizada.
Leer más: cómo conseguir un jardín práctico y ordenado.
2. Elección del tipo de plantas
La correcta elección del grandísimo catálogo de plantas que podemos encontrar en la naturaleza es realmente complicado. Cada género de especies necesitan unas condiciones ideales, por lo que encontrar la perfecta combinación entre zonas de gran iluminación y otras de semi sombra, para las especies más exóticas y tropicales, puede ser algo complicado.
Sin embargo, lo principal es ubicar en primer lugar los árboles o arbustos de grandes dimensiones, ya que serán los que marquen las zonas de sombra. Siempre planificando a futuro, ya que la mayoría de ellos crecen varios metros de altura a partir de los 5 años de edad.
A partir de la sombra que generen, utiliza los espacios bien iluminados y a pleno Sol para cultivar especies herbáceas y de porte bajo con grandes necesidades de luz.
Por contra, utiliza las zonas de sombra generada por los árboles o las paredes de la casa para cultivar especies que no requieren tanta luz y necesitan condiciones más húmedas en el suelo.
Un mantenimiento general de los diferentes tipos de plantas sería el siguiente:
- Especies tapizantes y florales: abono e incremento de los riegos en primavera. Siembra de semillas a voleo en caso de nueva incorporación al jardín.
- Arbustos de flor: podas a finales de invierno para facilitar el rebrote y aplicación de abono NPK y compost en riego.
- Árboles frutales y ornamentales: poda a final de invierno si no se hizo el otoño anterior y aplicación de fertilizantes para reactivar la brotación
- Plantas herbáceas y bulbos: siembra de bulbos según su calendario (habrá plantas de siembra en otoño-invierno y otras de siembra en primavera) y preparación del suelo con escardas y fertilización con materia orgánica.
- Cultivos hortícolas: siembra en semillero a finales de invierno, trasplante y cuidados semanales con riego y abonado.
3. Riegos adecuados
Dependiendo de las dimensiones de tu jardín, lo más práctico a día de hoy es utilizar sistemas de fertirrigación (goteo o aspersión) para automatizar los riegos. Ten en cuenta que en pleno verano prácticamente necesitaremos regar todos los días, especialmente si nos hemos decantado por utilizar césped como especie tapizante.
Cada grupo de plantas necesita un consumo específico de agua. Si quieres tener variedad de diferentes plantas, puedes establecer varios sectores con diferente tiempos de riego para cubrir las necesidades de plantas con mayores requerimientos de humedad (hortícolas, bulbos y plantas de hojas grandes y tropicales) y otras con menos necesidades (suculentas, cactus y plantas xerófitas).
4. Uso de herramientas indispensables
Un jardín bien cuidado necesita sí o sí una pequeña (o mediana) inversión con herrramientas y aparatos eléctricos. Hablamos de tijeras, serruchos, barredoras, hidrolimpiadoras, cortacésped y un largo etcétera.
Para el correcto mantenimiento de tus plantas, al menos debes de contar con unas tijeras de poda. Sin embargo, si tienes árboles con ramas de mayores dimensiones, necesitarás utilizar serruchos o incluso sierras eléctricas.
En el caso de que cuentes con superficies lisas de cemento o cualquier otro material, una hidrolimpiadora te quitará muchísimo tiempo y eliminará restos pegados al pavimento de difícil eliminación.
Lo más fácil es que, en base a la planificación que hagas de tu jardín, hagas una lista con las herramientas indispensables y te acerques a tu centro habitual de jardinería o tiendas leroymerlin, donde encontrarás todo lo necesario.
5. Fertilización durante los meses de primavera y verano
Muchos de estos sistemas de riego permiten, a su vez, incorporar un inyector de fertilizantes, siendo el más habitual el inyector Venturi. Con ello, podemos utilizar fertilizantes líquidos que se dosifican junto con el agua de riego y aportan un extra de nutrientes a partir de la brotación primaveral.
En caso contrario, siempre podrás recurrir a utilizar fertilizantes sólidos granulados. Los puedes aplicar directamente a voleo sobre las plantas herbáceas o el césped, o bien aplicar alrededor del tronco principal de árboles y arbustos.
Para este tipo de fertilizantes, te puede ayudar esta tabla de dosis y frecuencia de aplicación:
Cultivo | Dosis | Aplicaciones |
Macizos de flor | 40-60 gr/m2 (antes de la floración) | 1-2 |
Vivaces | 20-40 g/m2 | 3-4 |
Rosales | 20-40 g/m2 | 3-6 |
Setos | 100-500 g/metro linear | 3-6 |
Macetas | Disolver una cucharadita de producto en 5 L de agua | – |
Arbustos y árboles pequeños | 10-100 g/arbusto | 3-6 |
Árboles medianos | 100 g – 1 kg/árbol | 2-4 |
Árboles grandes | 1 -5 kg/árbol | 2-4 |
Césped | 30 g/m2 | 6-8 |
Hortalizas | 40-100 g/m2 | 2-4 |
Planificación de riego del césped
Si has decidido plantar césped, un calendario de riego para una zona más o menos cálida sería el siguiente:
- Riego semanal: noviembre, diciembre, enero y febrero
- Riego cada 3 o 4 días: octubre
- Riego a días alternos: marzo, abril, mayo y septiembre
- Riego diario: junio, julio y agosto.
6. Consulta con expertos
La jardinería es una disciplina que requiere mucho tiempo de aprendizaje. Obviamente no para aprender a barrer o recoger las hojas otoñales caídas en el suelo, sino para las artes más complicadas como la realización de esquejes, acodos, podas o plantación de bulbos, etc.
La mejor técnica es el autoaprendizaje, aunque también viene bien contar con blogs de información, libros, videotutoriales o incluso la posibilidad de solucionar dudas específicas de jardinería, como ofrece Leroy Merlin, a través del contacto telefónico que encontrarás en este sitio web.
Por último y, como hemos dicho a lo largo del artículo, de nada sirve ver un tutorial de cómo plantar tomates si no lo ponemos en práctica por nuestra cuenta. Aprenderemos a sembrar desde una pequeña semilla, a establecer un programa de riego y abonado y a controlar diferentes plantas. La recolección de los frutos o flores cuidadas por nosotros es la mayor de las recompensas.