Desde el tradicional riego a manta hasta el sistema de riego automatizado por goteo subterráneo de alta frecuencia han pasado muchos años y mucha investigación. Y es que la tecnología también avanza en lo que se refiere a los sistemas de riego agrícola.
Claro está que tanto el cambio climático como el aumento de la superficie cultivada en todo el mundo fuerce a incrementar la eficiencia de riego, sin más alternativas, ya que cada año se incrementa constantemente la población mundial.
Por eso, y olvidándonos del tradicional riego por inundación, este artículo tiene como misión enseñarte cuáles son los diferentes tipos de sistemas de riego para utilizar tanto en agricultura profesional como en jardinería doméstica, ya que la mayoría de ellos son replicables en ambos sectores.
Tipos de sistemas de riego
Riego por inundación o gravedad
El riego por inundación o gravedad se sigue utilizando en multitud de hectáreas en España y el resto de países. A través de acequias u otro tipo de canalizaciones se lleva grandes cantidades de agua para cubrir cualquier terreno, finca o superficie agrícola.
Bien gestionado, es muy positivo para un cultivo cubrir de agua todo el bulbo húmedo, de forma que se provoca un aumento de la superficie radicular horizontal por aumento de la humedad del suelo. Para ello, se utilizan tractores que incorporan un sistema de GPS que permite mover el suelo para que haya una pendiente ligeramente descendente, logrando una excelente cobertura de agua por toda la superficie.
Sin embargo, se desaprovecha mucha cantidad de agua y su aplicación se limita a varias veces por año, por lo que la falta de homogeneidad (periodos secos y periodos de exceso de humedad) en la aplicación del riego reduce la productividad de cualquier cultivo.
Ventajas
- Forma más natural de riego, simulando el aporte de agua realizado por la lluvia, cubriendo toda la superficie agrícola.
- Fomenta un mayor desarrollo radicular, ya que el agua cubre toda la superficie del suelo.
- Se reduce la concentración de sales en el bulbo húmedo, por lo que las raíces no sufren con el exceso de sales.
Desventajas
- Baja eficiencia del agua y alto porcentaje de derroche.
- Poca homogeneidad en la distribución de fertilizantes.
- Proliferación de malas hierbas en toda la zona inundada
Riego por goteo
El riego por goteo quizá sea uno de los sistemas de riego más utilizados y avanzados actualmente en el sector agrícola, ya que por número de hectáreas gana de lejos a cualquier otro tipo de inyección de agua.
Su alta eficiencia (aprovechamiento en torno al 95%) y durabilidad le ha convertido en el rey de los sistemas de riego. En la tubería de riego, habitualmente de 16 mm de diámetro y color negro (altamente resistente a la exposición solar), se incorporan difusores de distintos perfiles de caudal (desde 2 L/h hasta 64 L/h), por lo que nosotros jugamos con la cantidad de agua incorporada y se puede ir ajustando en función del desarrollo del cultivo.
El agua de riego solo abarca un bulbo húmedo que normalmente coincide con el desarrollo de las raíces, por lo que el aprovechamiento del agua es altísimo. Además, como cualquier otra instalación automática, permite sectorizar mediante electroválvulas para dar a cada zona su correspondiente riego.
Ventajas
- Alta optimización del agua de riego, donde solo se aporta en el entorno radicular del cultivo.
- Posibilidad de inyectar fertilizantes de todo tipo.
- Se adapta a cualquier tipo de suelo y pendiente.
Desventajas
- Si se usa fertirrigación, puede fomentar una excesiva acumulación de sales en el entorno radicular.
- Los difusores se atascan con facilidad y requiere una supervisión y sustitución constante.
- Coste moderado de mantenimiento e instalación.
Riego por microgoteo
En el microgoteo se utilizan pequeños difusores que pueden ir sueltos o insertados directamente en la tubería. Ofrecen caudales menores pero suelen instalarse en mayor volumen, por lo que aumenta su homogeneidad de aplicación. Están ideados para cultivos con alta densidad de plantación.
Este tipo de sistema también se utiliza en viveros, cultivos hidropónicos o cultivo en macetas.
Riego por aspersión
El riego por aspersión se utiliza cuando necesitamos cubrir una superficie amplia de cultivo, obteniendo una distribución bastante homogénea del agua de riego con un índice de eficiencia bastante alto (en torno al 85%).
Como el agua cae desde arriba, ofrece un efecto parecido al de la lluvia, por lo que suele mojar toda la superficie foliar del cultivo, aumentando su humedad relativa, algo que puede ser ventajoso o perjudicial dependiendo de la planta y la época del año.
En el riego por aspersión se puede incorporar sin problema alguno fertilizantes líquidos solubles, así como ajustar el tamaño de gota para buscar una mayor lixiviación (especialmente en suelos con problemas de drenaje) o efecto nebulizador.
Ventajas
- Simula el efecto de la lluvia, por lo que cubre toda la superficie del suelo.
- Aumenta la humedad ambiental, favorable para muchos cultivos, especialmente en periodos secos.
- Se puede incorporar fertilizantes a través de inyectores.
Desventajas
- Menos eficiente que el riego por goteo, ya que sufre una mayor evaporación.
- Puede provocar exceso de humedad en determinados cultivos, fomentando la aparición de enfermedades criptogámicas que se desarrollan en condiciones húmedas (mildiu, botritis, antracnosis, etc.).
- Requiere una buena planificación para conseguir una uniformidad de riego máxima del 80%.
Riego por microaspersión
La microaspersión sigue el mismo esquema que los aspersores, solo que se reduce su tamaño y caudal. Es utilizado cuando no se quiere cubrir grandes superficies sino un tamaño específico, así como aumentar el bulbo húmedo en cultivos arbóreos.
Al no mojar toda la superficie foliar, especialmente en cultivos de mayor tamaño, se evita la aparición de enfermedades que necesitan humedades altas para prosperar.
Riego exudante
Realmente podríamos considerar que el sistema de riego mediante tubería exudante es realmente un sistema por goteo, pero tiene sus diferencias.
Si bien en el riego por goteo necesitamos un difusor por donde salga el agua (al igual que en el caso de aspersión), la tubería del riego exudante está microperforada, de forma que sale un caudal homogéneo por toda su superficie.
Esto es ideal para cultivos donde apenas hay suelo desnudo y prácticamente en toda la totalidad de la superficie hay plantas. Por ejemplo, en cultivos hortícolas de alta densidad de plantación (espinaca, lechuga, acelga, apio, coliflor, etc.) o, en un jardín, para césped, lineales de arbustos o especies tapizantes.
Ventajas
- Riego homogéneo, muy interesante para que todas las plantas reciban la misma cantidad de agua.
- Posibilidad de utilizar fertilizantes en el caudal de agua.
- Alta resistencia al desgaste y buena optimización del agua.
Desventajas
- Su aprovechamiento se limita a especies de alta densidad de plantación o, de lo contrario, habrá pérdida en la eficiencia del agua.
- Se debe limitar el uso en fertirrigación de materia orgánicas líquidas, ya que se corre riesgo de obturación de la superficie microperforada.
- Con el tiempo y la formación de biofilm, es posible que la homogeneidad del riego se reduzca.
¿Qué sistema de riego se adapta mejor a mis necesidades?
En cualquier caso, siendo un blog que busca la eficiencia, descartamos el riego por inundación, salvo por razones de peso, huertos familiares antiguos o imposibilidad de otros tipo instalación por falta de conexión eléctrica, por ejemplo.
Entre el riego por goteo o por aspersión, la forma de diferenciarlos está clara.
Recomendamos riego por goteo:
- Cultivos con marco de plantación <100.000 plantas/ha.
- Problemas de coste, suministro y calidad de agua de riego.
- Cultivos arbóreos.
- Zonas con problemas de desarrollo de malas hierbas.
El riego exudante lo aplicaríamos cuando queremos evitar aumentar en exceso la humedad ambiental (propia del riego por aspersión) y buscamos una alta homogeneidad de salida de agua, por ejemplo para césped, alta densidad de plantación o plantas tapizantes.
Recomendamos riego por aspersión:
- Alta densidad de plantación
- Cultivos que demandan humedad ambiental
- Zonas sin problema de coste o demanda de agua.
- Suelos que se trabajan mucho (labrado) durante el desarrollo del cultivo.
- Cultivos que no reducen su productividad en presencia de malas hierbas.