Cómo recuperar plantas con hojas quemadas por exceso de abono

Mucho más lejos de lo que podamos pensar, el principal problema de las plantas es el exceso de cuidados que les damos, especialmente las plantas de interior.

Riegos continuos y gran aporte de abono que termina marchitando rápidamente nuestras plantas y recrudece el problema real, pensando que cuanto más aportemos a la planta, más rápido se va a solucionar el problema.

Y ese exceso provoca muchas veces la aparición de hojas quemadas por exceso de abono.

No nos olvidemos que el abono o fertilizante que utilizamos para nuestras plantas es una sal y, por tanto, el exceso de sal reduce la absorción de agua y quema raíces. Algo que a simple vista no vemos hasta que aparece el problema real, las hojas quemadas.

En este artículo vamos a ver cómo recuperar una planta con hojas quemadas por exceso de abono

Principales síntomas de exceso de abono en una planta

Muchas veces ocurre en las plantas que varios síntomas totalmente diferentes (por ejemplo, exceso de agua o sequía completa), causan síntomas parecidos, aunque con sutiles diferencias si sabemos buscarlas.

En el caso de los síntomas de exceso de abono en una planta, es muy parecido, por ejemplo, a un exceso de Sol. Hojas con bordes quemados, de color marrón pajizo y aspecto crujiente.

Aquí te mostramos el aspecto que puede tener una planta con hojas quemadas por exceso de fertilizante.

  • Aspecto: hojas con bordes quemados en los lados y las puntas.
  • Color: color muy oscuro, verde intenso.
  • Tacto: hojas de aspecto crujiente, donde al tocar la punta de las hojas, fácilmente se desprende restos secos.

Pasos para recuperar una planta con hojas quemadas por exceso de abono

Si en nuestra planta aparecen hojas quemadas debido a un exceso de fertilizante, hay que empezar limpiando las sales en el principal punto de entrada, las raíces.

El principal objetivo que tenemos que lograr es bajar el nivel de sales (conductividad) en el sustrato y en el entorno de las raíces, por lo que se realiza la técnica de «lavado de raíces».

Aportamos agua en cantidades generosas para provocar el desplazamiento del fertilizante que haya podido quedar retenido en la maceta y sustrato, empujándolo hasta la salida de la base por los propios agujeros.

Aplicaremos agua hasta que, como mínimo, haya un drenaje del 20% del agua aportada. Debemos ser generosos con este agua, siempre que sea de calidad.

Una vez tengamos el sustrato empapado, colocamos en una zona con buena luz pero sin Sol directo (siempre que podamos mover la planta claro). De esta manera, reduciremos el grado de estrés al que está sometida.

Dejaremos sin abonar hasta que veamos que la planta empieza a recuperar su color original (verdor original) o vemos salir los primeros brotes.

Las hojas ya afectadas podemos recortar los bordes quemados o, si cubre más del 30% de la hoja, eliminarlas directamente cortando el peciolo con unas tijeras.

Cómo evitar quemar una planta o cultivo por exceso de abono

Fertilizante granulado blanco

Controlar la aplicación de abonos granulados

El problema real de los fertilizantes granulados es que, con la humedad, lentamente la bolita se va descomponiendo, hasta el punto de que dejamos de verla en la superficie.

Sin embargo, esto no quiere decir que el gránulo se haya desplazado a capas inferiores o que la descomposición del gránulo en polvo haya dejado de ser perceptible a la vista.

Si volvemos a aplicar con asiduidad, es posible que las sales entren en contacto con las raíces y se inicie el problema con la aparición de hojas quemadas por exceso de abono. Incluso puede que reaccionemos negativamente aportando más fertilizante al ver que la planta ha parado su crecimiento o tiene un aspecto que no nos convence.

Por ello, es muy importante respetar las dosis y el tiempo de aplicación de los abonos granulados o sólidos. Una dosis recomendada para este tipo de productos en diferentes situaciones y cultivos es la siguiente:

Árboles grandes 3-5 kg/árbol
Árboles pequeños y arbustos0,5-2 kg/árbol
Preparación de suelos y sustratos2-4 kg/100 m2
Macetas de gran tamaño (> 30 cm diámetro)10-20 g/maceta
Macetas de tamaño pequeño (<30 cm diámetro)30-50 g/maceta
Césped y plantas tapizantes300-500 g/100 m2

Controlar la aplicación de abonos líquidos

Los fertilizantes líquidos deben dosificarse con mayor control, dado que al aplicarlos sobre el agua y mezclarlos nos puede parecer que la cantidad es muy pequeña (casi ridícula), pero nada más lejos de la realidad.

Por poner un ejemplo, un fertilizante concentrado que podemos comprar en cualquier tienda especializada o incluso internet, 1 ml de producto en 1 litro de agua aporta entre 0,8-1,2 mS/cm de conductividad.

Las principales plantas ornamentales o de producción que podemos tener en nuestro hogar o en el jardín no deben de regarse con más de 3 mS/cm de agua.

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La dosis que recomendamos según el tipo de planta y su periodo de crecimiento es el siguiente:

  • Plantas ornamentales: 1 ml/litro de agua de fertilizante.
  • Plantas hortícolas (estimular crecimiento y producción): 0,8-1 ml/litro de agua.
  • Plantas hortícolas (mantenimiento): 1-1,5 ml/litro de agua.
  • Árboles frutales: 0,8-1 ml/litro de agua.

De esta manera, salvo aguas con muy mala calidad, siempre estaremos protegidos de no excedernos con la dosis con el fertilizante y provocar la aparición de hojas quemadas por exceso de abono.

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