Un jardín bien cuidado exige dedicarle tiempo y sacrificio. Con la llegada de lluvias y temperaturas agradables, la mayoría de las plantas entran en brotación y también en el suelo crecen hierbas adventicias que no nos interesa conservar.
En otoño, las hojas se acumulan en el suelo y sirven de mulching perfecto o para formar compost, pero exige recogerlas y conservarlas hasta que aumenten las temperaturas. Esto y un montón de cosas más exigen una dedicación plena, que a la mayoría de nosotros lo aceptamos con beneplácito.
En este artículo hemos querido reunir las principales tareas para el correcto mantenimiento de un jardín o huerto.
Poda de plantas y árboles
La mayoría de árboles y arbustos e incluso algunas plantas de bajo porte exigen realizar la poda, al menos, 1 vez al año. El crecimiento descontrolado hace que puedan existir ramas entrecruzadas, tallos que molestan zonas de paseo o incluso que pueden llegar a deterior el mobiliario de jardín.
Por ello, nos tenemos que poner manos a la obra, ya sea a inicios de primavera (previo a la brotación) o bien en los meses de otoño (antes de la bajada de las temperaturas), podando árboles y arbustos para controlar su crecimiento.
Fíjate en la ficha de cada cultivo para comprobar las claves específicas de su poda. Necesitarás herramientas como tijeras de podar afiladas, serruchos e incluso sierra eléctrica.
Limpieza de hojas y restos vegetales
En el jardín es habitual que se acumulen restos de hojas, polvo y tierra arrastrada por el viento, pequeñas piedrecillas o incluso insectos. Es por ello que si queremos mantener limpio la tierra o el césped, tengamos que estar barriendo a cada momento.
Para ello, podemos utilizar barredoras manuales muy cómodas, sopladores de hojas o escobas rectas. Solo en el primer caso nos ahorramos la posibilidad de evitar tener que recoger los restos acumulados, ya que estas barredoras suelen tener unos pequeños depósitos para almacenar la suciedad que arrastra.
Sin embargo, los sopladores son muy cómodos ya que permiten mover la suciedad a gran velocidad para acumularla en un punto y facilitar su recogida.
Las hojas y restos orgánicos puedes aprovecharlos para hacer mulching en el suelo o formar compost, aumentando la temperatura de la tierra y liberando, lentamente, nutrientes que formarán parte del suelo.
Mantenimiento del césped
Si has decidido por plantar césped en tu jardín, este exige unas tareas de mantenimiento y conservación anuales. Una vez pasa el invierno y llegan las buenas temperaturas, suele ser habitual realizar replantación en zonas que han quedado con baja densidad.
Además, en primavera el césped suele crecer de manera vertiginosa, consumiendo bastantes nutrientes y necesitando una dosis cada vez mayor de agua. Por eso, es normal que se tenga que realizar cortes y siegas cada poco tiempo.
Para realizar esta tarea en el jardín, puedes utilizar desbrozadoras mecánicas o máquinas cortacésped a gasolina.
Nuevas plantaciones
Con la llegada de la primavera, también es habitual en el jardín plantar nuevas especies, ya sea para sustituir a plantas que han llegado a su final de ciclo o bien porque tenemos un espacio que ocupar libre.
En cualquier caso, realizar la plantación de un árbol o arbusto exige una preparación previa de suelo, incorporación de materia orgánica, riego de inicio generoso y adaptación del cultivo.
Revisar posibles desperfectos
Un jardín con riego automatizado exige comprobar cada poco tiempo si la salida de los goteros es correcta o están obturados. En el cabezal de riego, también es necesario limpiar los filtros y comprobar que esté todo correctamente automatizado.
Los goteros pueden obturarse cada campaña por acumulación de tierra, materia orgánica o arenas. Se pueden limpiar inyectando ácido nítrico a las tuberías para eliminar los depósitos de carbonatos o bien ir limpiando uno por uno con ayuda de un alambre fino.
Mobiliario de jardín
El mobiliario de jardín siempre debe estar en magnífico estado, y es normal que todos los años tengamos que dar algún repaso a pérgolas, sillas, mesas o mobiliario de piscina. Al estar ubicados en el exterior, los rayos solares pierden la calidad estética de las pinturas y es necesario renovarlas cada poco años.
Un consejo práctico es comprar solo aquellos muebles y artículos de jardín con materiales resistentes a las inclemencias climáticas, especialmente a los rayos de Sol y los cambios bruscos de temperatura.