La agriucltura nos brinda la oportunidad de cultivar diversas hierbas con propiedades medicinales, aromáticas y de uso gastronómico.
De entro de ellas podemos cultivar un grupo grande de plantas como el romero, el perejil, el tomillo y, aunque menos conocida, el perifollo.
Una planta de la familia de las apiáceas (Apiaceae) cuyo nombre científico es Anthriscus cerefolium. Una mezcla en boca entre anís, perejil y alcaravea que puede combinar muy bien con diversos platos.
Como es de fácil cuidado, os vamos a contar algunas cosas sobre el desarrollo de su cultivo, la importancia agronómica y sus propiedades gastronómicas.
Características de la planta perifollo
El perifollo es una planta de tipo herbácea (muy parecida al perejil), de crecimiento anual y que puede llegar hasta los 75 cm de altura.
Si nos acercamos a ella, desprende un agradable y gran aroma entre anís y perejil. Posee una floración pequeña, de color blanquecina, que si fecundan produce frutos pequeños de color negro.
Como el caso del perjil, el interés agronómico de la planta perifollo es a través del uso de sus hojas.
Los cuidados del perifollo
Características del suelo
Muchas plantas pertenecientes a la familia de las apiáceas comparten necesidades de suelo parecidas. Uno de los mayores requisitos, y que también se aplica al caso del cultivo de perejil, es mantener un suelo continuamente en tempero, pero optando por aquellos que no acumulen en exceso la humedad y favorezcan el drenaje del agua sobrante.
El aporte de materia orgánica favorece la retención de humedad sin llegar a provocar encharcamientos, al tiempo que mejora la respuesta en la producción de raíces y la asimilación de los fertilizantes.
En cuanto al pH, aunque la bibliografía y los papistas establecen un pH ligeramente ácido, el perifollo puede cultivarse sin problemas en suelos alcalinos. Sin embargo, es más propenso a sufrir carencias de hierro y otros problemas derivados de suelos con dicho pH.
Una ventaja del cultivo del perifollo es que, por su tamaño (no suele superar los 75 cm de altura), puede cultivarse en macetas, lo que nos da grandes ventajas si vivimos en ciudad y tenemos una pequeña terraza o balcón.
Para este tipo de cultivo, buscaremos un sustrato con turba descompuesta, que ofrece buena conservación de nutrientes y un fantástico drenaje del agua sobrante.
De hecho, el perifollo combina muy bien con plantas hortícolas (se puede plantar de forma conjunta con tomates, pimientos y cultivos de verano) para ahuyentar insectos y mejorar su desarrollo.
Adaptación al clima
No hay que abusar del efecto del Sol en los meses de verano, ya que le favorece un entorno con un poco de humedad. Al menos, si el clima es seco, que no le falte dicha humedad a través del suelo o sustrato.
El cultivo a semisombra le favorece, especialmente por la tarde, cuando el Sol es penetrante y hace que la planta se venga abajo en la época estival.
Se adapta bien al frío y soporta temperaturas bajas (especialmente porque no tiene muchas partes sensibles, como flores o frutos).
Cuando sembrar y trasplantar
Siembra de verano
La recolección de verano, como comúnmente se suele cultivar el perifollo, requiere una plantación en primavera.
En zonas más cálidas, como las del mediterráneo, podemos adelantar la época a las primeras semanas de marzo, con el objetivo de adelantar la recolección a los primeros días de verano.
Sin embargo, en zonas donde haya probabilidad de temperaturas gélidas en marzo, retrasaremos hasta abril la siembra o la realizaremos en un entorno caliente (interior de casa).
Siembra de invierno
Para la recolección del perifollo en invierno, la plantación la haremos en las últimas semanas de verano, a partir del 15 de septiembre.
[su_note note_color=»#bade97″ text_color=»#333333″ radius=»3″ class=»»]Si queremos disponer de perifollo durante más tiempo, es recomendable aplicar el siguiente truco:
Sembrar perifollo escalonado 2 semanas para que cuando la planta se marchite o se espigue, la siguiente planta tendrá 2 semanas por delante de vida. Podremos realizar esta operación cultivándolo en distintas macetas.
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Leer más: semillas de perifollo para uso anual.
Aporte de agua y riegos
El mantenimiento de la humedad es uno de los principales requisitos para el cultivo del perifollo. Sin embargo, hay que evitar correr el riesgo de aportar cantidades en exceso y espaciar demasiado los riegos.
En este tipo de plantas, lo ideal para mantener los niveles de humedad es regar menos cantidad pero con mayor frecuencia. De esta manera evitaremos el principal problema del perifollo, que es el espigado.
Conforme aumenten las temperaturas, aportaremos más cantidad de agua o bien aumentaremos el número de riegos por semana.
Al principio, según la planta va creciendo y formándose, en primavera, no necesitará más de 2 riegos por semana. Esta cantidad la aumentaremos en verano (mínimo 3 riegos), a partir de bien entrado el mes de junio en adelante.
El perifollo en gastronomía
El perifollo no tiene la importancia grastronómica de otras hierbas, pero cada vez gana más adeptos. Esa mezcla entre el sabor anisado y el característico sabor del perejil es atractivo.
Todo este tipo de hierbas son utilizadas frecuentemente para estimular las papilas gustativas y como potenciador del sabor.
La gastronomía asiática, especialista en la combinación de distintas salsas y hierbas aromáticas, utiliza este truco con el perifollo para mejorar el sabor de sopas, carnes y pescados.
Conservación
Lo idea es utilizar el perifollo recién recolectado de la planta que tengamos en el jardín o en la terraza, y más aún si realizamos su cultivo de forma escalonada.
Sin embargo, también tenemos la opción de poder conservar en frigorífico sus hojas y ramas frescas. Lo haremos de la misma forma que conservamos el perejil fresco que compramos o nos dan en la pescadería
No es recomendable, como sí sucede en el caso del perejil, secar sus hojas para utilizarlas de esta manera en platos. Su consumo siempre será mejor en fresco.
Valor nutricional (por cada 100 gramos):
El aporte nutricional del perifollo es similar al de otras hierbas frescas (como el perejil). Su sabor es similar al anís y se utiliza como complemento o sustituto de este condimento.
Los países europeos que más utilizan las propiedades del perifollo en gastronomía son Francia y Alemania, donde preparan salsas y sopas que contienen esta planta. En España, sin embargo, no está tan introducida en la gastronomía, donde se usa otras plantas aromáticas como el tomillo, romero, hierbabuena, etc.
Valor nutricional (por cada 100 gramos):
- Calorías: 45 kcal
- Hidratos de carbono: 2,7 gr
- Fibra: 5 gr
- Grasas: 1,3 gr
- Proteínas: 3 gr
Contiene un alto porcentaje en vitamina C y minerales como el calcio, hierro y magnesio.