El laurel lo utilizamos prácticamente como especie ornamental, especialmente por el porte que adquiere en pocos años y por el aroma que desprenden sus hojas cuando nos acercamos a ellas en los meses de primavera y verano.
Además, tiene un doble uso y es que recolectando sus hojas, podemos secarlas de forma natural e incorporarlas a los guisos y platos típicos de la cocina mediterránea.
Sin embargo, un problema habitual del laurel es que es visitado por muchas plagas y enfermedades. En este artículo solo vamos a ver las enfermedades, siendo una de las más habituales la fumagina o negrilla, como se conoce vulgarmente.
Las otras enfermedades causadas por hongos, si bien no son tan comunes como esta mencionada, también puede hacer acto de aparición.
Viene bien saber qué hacer, cómo prevenir y curar si detectamos algo raro en nuestro laurel.
Vamos a ello.
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Listado de enfermedades del laurel
1. Fumagina (negrilla) – Fumago sp.
La enfermedad número 1 del cultivo del laurel es la negrilla o fumagina, cuyo nombre científico es Fumago sp. Esta enfermedad a priori poco grave que afecta a varios cultivos, se aprovecha de un previo ataque ocasionado por insectos chupadores.
El hongo fumagina del laurel tiene predilección por los azúcares producidos por la planta, que afloran cuando los pulgones y otros insectos extraen los jugos de la savia.
De hecho, se conoce como negrilla debido a que que sobre las hojas se crea una capa de carbón generada por el micelio del hongo que se desarrolla sobre los órganos de la planta.
La negrilla o fumagina no se alimenta de la planta, sino solo de los azúcares excretados por los insectos chupadores. Este hongo solo utiliza la planta de soporte, aunque pierde capacidad fotosintética y se debilita al cubrir todas las hojas con una capa negra de «carbonilla».
Para eliminar la negrilla del laurel hay que tener paciencia y un equipo de aplicación a presión, ya que el mejor remedio es lavar y lavar las hojas hasta eliminar por completo la capa que lo cubre.
El jabón potásico o incluso el jabón de lavar los platos (cualquier marca funciona), permite desincrustar los azúcares pegajosos que se forman sobre las hojas.
Necesitarás varias aplicaciones y mucha paciencia, pero terminarás limpiando al 100% tu laurel.
2. Oidio del laurel
El oidio es una enfermedad presenta prácticamente en casi todos los cultivos. No necesita unas condiciones altas de humedad pero sí unas temperaturas más o menos cálidas, por lo que suele aparecer en los meses de primavera y verano.
En el laurel, aparecen manchas de color grisáceo sobre las hojas, algo muy común a lo que también sucede con otros cultivos.
La prevención es importante, y si detectamos algunas manchas de oidio en hojas dispersas y se dan las condiciones climatológicas para su desarrollo (a partir de 20 ºC y humedad ambiental media), es mejor realizar tratamientos preventivos con azufre.
Puedes utilizar cualquier forma de azufre, en polvo, líquido o suspensión, mojando bien toda la superficie foliar del laurel (sin que escurra caldo al suelo).
3. Phytophthora
Este hongo de cuello y raíz está presente en un gran abanico de cultivos y casi todas las familias de plantas conocidas. Se trata de una enfermedad devastadora ya que tiene una gran resistencia a los tratamientos y puede permanecer varios años inactiva hasta que encuentra las condiciones ideales para afectar al laurel.
En situaciones de gran humedad ambiental y en el sustrato, especialmente en periodos de lluvias, la falta de oxígeno en el medio activa el movimiento de Phytophthora, que sube por los canales de savia y obstruye el movimiento de agua, causando una marchitez visible sobre brotes nuevos y hojas.
Se puede prevenir y, en algunos casos, curar, con la aplicación de diferentes formas de cobre o, como tratamiento más efectivo, utilizando la materia activa Fosetil-Al.
4. Marchitez del laurel (Raffaelea sp.)
Esta enfermedad está particularmente presente en algunas variedades de laurel, como el laurel rojo, y en otras especies productivas, como el aguacate.
Aunque no es una enfermedad muy común en el laurel solitario cultivado en nuestro jardín, su efecto sobre este cultivo es muy evidente, ya que bloquea el flujo de savia y causa marchitez en las hojas.
Esta enfermedad es transportada por insectos hospedantes como el escarabajo ambrosia (Xyleborus glablatus), por lo que la mejor forma de prevenir esta enfermedad es eliminando a su vector con tratamientos insecticidas.