Plantar un limonero en nuestro jardín o macetas es una gran satisfacción, tanto por su calidad como árbol ornamental como por la posibilidad de obtener sus fantásticos frutos de gran utilidad.
No existe cultivo más mediterráneo que este fruto, aunque también se da en muchos otros países, especialmente en Argentina, donde reúne las condiciones climáticas idóneas para su producción.
Su versatilidad permite ser cultivado en un jardín con temperaturas suaves en invierno, así como disponerlo en una maceta, con menor desarrollo pero también mucho potencial ornamental.
En este artículo te ofrecemos algunos consejos básicos para plantar un limonero, tanto en el suelo de nuestro huerto como cultivado en recipientes, Eso sí, de gran volumen.
Características del limonero
Citrus limon, como se conoce científicamente, o limonero en idioma universal, es uno de los cítricos de mayor importancia y conocido por todos. Su gran importancia en gastronomía así como en la elaboración de bebidas y zumos hace que a mucha gente le atraiga la idea de disponer un limón cultivado en su propia casa.
Los árabes fueron los pioneros en el cultivo de este cítrico, que lograron introducirlo con muchísimo éxito en nuestro clima mediterráneo español.
Principales variedades
Aunque existen varias especies de limones, híbridos y cruzamientos, los más usados por profesionales para producción y obtención del limón son los siguientes:
- Fino: se recolecta en los meses de octubre a febrero.
- Verna: se recolecta entre febrero y junio.
- Eureka: se cosecha a partir de octubre.
Cada uno de ellos tiene una época idónea de recolección, por lo que podemos tener diferentes especies plantadas en nuestro huerto o jardín y tener la recolección de limones durante todo el año garantizada.
Cómo plantar un limonero en el jardín o en maceta
Vamos a ver cuáles son los principales cuidados del limonero y las necesidades que tiene cultivado en el jardín o en macetas. Para el caso último, este cítrico puede ser cultivado siempre y cuando dispongamos de un macetero grande y controlemos bien su riego y su abonado, evitando que alcance grandes dimensiones y se haga imposible mantenerlo dispuesto en el recipiente.
Ubicación y climatología
Hablar de cítricos como el limón, la mandarina o el naranjo es mencionar el clima mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos suaves. En cuanto a la producción de limón en España, la Región de Murcia es uno de los principales productores, aunque el resto de producción se reparte muy bien por la cuenca mediterránea.
Por tanto, debemos evitar cualquier zona climática de frío o con posibilidad de heladas, ya que es uno de los cítricos más sensibles a las bajas temperaturas.
Elegir el mejor suelo y sustrato para plantar un limonero
A la hora de plantar un limonero en nuestro jardín, debemos elegir un entorno con buena profundidad, suelo suelo y riqueza en materia orgánica.
Debemos ser generosos con el agujero, cuando lo hagamos, así como la incorporación de varios kg de materia orgánica bien mezclada con la tierra.
En cualquier caso, evitaremos plantar nuestro cítrico en un suelo con gran cantidad de arcillas, ya que suelen retener en exceso la humedad y causar asfixia en las raíces, la principal causa de muerte de nuestro limonero.
Leer más: cómo utilizar el agua oxigenada para evitar la asifixia radicular.
Sustrato para macetas
Si queremos disponer nuestro limonero recién adquirido del vivero en macetas, recomendamos elegir un buen recipiente con al menos 50 cm de profundidad en los primeros años de vida. Elegiremos un sustrato universal el cual mezclaremos con un 20% de un material drenante como la fibra de coco o la vermiculita.
También podemos complementar el sustrato universal con humus de lombriz, ya que tiene una buena reserva de nutrientes y materia orgánica para un mejor desarrollo de sus raíces.
Cómo regar nuestro limonero
Los limoneros son grandes consumidores de agua, especialmente en los meses de verano y en producción. Sin embargo, debemos encontrar el punto óptimo de humedad para evitar cualquier pudrición y evitar que sufra estrés hídrico.
Para plantar un limonero en nuestro jardín, la mejor forma de riego es disponer de riego por goteo, colocando entre 2 y 4 goteros alrededor del tronco.
Frecuencia de riegos para el limonero
- Invierno: de 1 a 2 riegos por semana de 1 hora de duración
- Primavera: regar 1 de cada 3 días. Meses cercanos a verano, riegos alternos día sí día no (1 a 2 horas)
- Verano: riego diario (2 a 4 horas)
- Otoño: regar 1 de cada 3 días (1 a 2 horas).
Riego del limonero en macetas
El riego en macetas cambia por completo, ya que un recipiente no tiene la capacidad de evacuar agua que un suelo de jardín tiene, por lo que siempre tendremos que prestar atención a la humedad para evitar un exceso.
De forma general, regaremos siempre y cuando el sustrato aún se encuentre ligeramente húmedo, pero no nos deje las manos húmedas. En cuanto al volumen de riego para nuestro limonero cultivado en macetas, regaremos entre 1/3 y 1/4 del volumen total de la maceta.
Siempre es recomendable que se drene por los agujeros de la base de la maceta entre un 10% y un 20% como óptimo, teniendo en cuenta que ese agua arrastra sales del abono que no nos interesa conservar en el sustrato.
Necesidades de abonado
Los limoneros se estimulan muy bien aportando tanto fertilizantes minerales como abonos orgánicos. Al inicio de la brotación, siempre es aconsejable utilizar materia orgánica líquida, como humus de lombriz o extracto húmico.
De esta forma, activamos el desarrollo de nuevas raíces, el motor de agua y nutrientes para asegurar la producción de nuevos tallos y hojas.
Previo a la floración, es recomendable aportar fertilizantes minerales ricos en nitrógeno, fósforo y potasio. En este punto, podemos elegir entre fertilizantes líquidos, mezclados junto con el agua de riego, o fertilizantes granulados de liberación lenta.
Como fertilizante líquido, uno de tipo universal tendrá una composición NPK 5-2-8 (5% de nitrógeno, 2% fósforo y 8% de potasio), siendo importante que contenga magnesio y micronutrientes, especialmente hierro, zinc y manganeso. De esta manera, las hojas se mantendrán sanas y con un verdor fuerte, sin clorosis.
Si prefieres utilizar fertilizantes sólidos por su facilidad de aplicación, recomendamos la mezcla NPK (Mg+S) 12 + 8 + 16 (+3+25) con magnesio y azufre, microelementos.
Principales plagas y enfermedades
Gestionando bien el riego y el abonado, uno de los mayores quebraderos de cabeza que nos quedaría es controlar las diferentes plagas y enfermedades que pueden hacer acto de presencia durante todo el ciclo de vida de nuestro limonero, especialmente en los meses de primavera y verano.
Aunque también hay riesgo de enfermedades, si controlamos bien la humedad del sustrato, ya tenemos una ventaja directa sobre los principales hongos en el limón. Sin embargo, existe un gran listado de plagas que afectan a las hojas y a los frutos.
Listado de plagas principales
- Piojos y cochinillas: piojo blanco, piojo rojo de California, serpeta, piojo gris.
- Cotonet: denominado también melazo, insectos inmóviles de cuerpo blando y color blanco que afectan a las ramas y nuevos brotes.
- Mosca de la fruta (Ceratitis capitata): afecta únicamente a los frutos, depositando los huevos dentro de ellos.
- Pulgones: existen varios grupos, siendo los más famosos Aphis gossypii, Aphis spiraecola y Myzus persicae.
- Trips: insectos móviles que se sitúan en las flores y afectan a los frutos recién cuajados, deformándolos y creando manchas en la piel.
- Mosca blanca: siendo las más comunes la mosca blanca algodonosa.
Cómo podar un limonero
La poda de los cítricos conlleva una serie de técnicas importantes que se perfeccionan con el paso de los años. No vale recortar todas las ramas, especialmente cuando queremos obtener producción y limones de ellos.
Por ello, te dejamos una guía completa sobre poda del limonero, con todos los recursos necesarios para poder dar forma a nuestro cítrico, incluso si lo tenemos cultivado en macetas.