El mundo de las palmeras engloba cientos de especies adaptadas al cultivo de jardín y algunas para el interior de casa. Este uso doble se le puede dar a la especie Livistona rotundifolia, una palmera de origen tropical y que puede alcanzar los 20 metros de altura.
En el aspecto de sus hojas es muy parecida al género Washingtonia, y lo bueno de ella es que como sus necesidades de temperaturas cálidas son altas, puede cultivarse los primeros años de vida como planta de interior.
Su crecimiento es lento, algo que también favorece que mucha gente la compra para colocarla cerca de una ventana o en patios y terrazas.
En este artículo queremos contarte todo lo que necesitas saber para cuidar esta Livistona rotundifolia en el jardín, aunque también dedicaremos una sección al final para conocer los cuidados en el interior de casa.
Características de Livistona rotundifolia
Livistona rotundifolia es una especie de palmera (familia Arecaceae) de origen tropical y asiático. Las primeras especies fueron identificadas en algunas zona de Asia, como la isla de Java y Malaca.
Tiene una forma muy parecida a la palmera Washingtonia, pero con diferencias claramente apreciables una vez la tenemos delante a pocos metros. Su tronco es mucho más delgado y es la especie que acostumbramos a ver en entornos paradisíacos como playas y zonas costeras.
Taxonomía
- Orden: Arecales
- Familia: Arecaceae
- Género: Livistona
- Especie: Livistona rotundifolia
Significado del nombre
- Livistona: descripción en honor a su identificador, Patrick Murray, el barón Livingstone
- rotundifolia: significado en latín de la palabra «redondeado», dada la forma de sus hojas.
Cuidados de la palmera Livistona rotundifolia
Climatología
Vamos a conocer las principales características a nivel climatológico de la palmera Livistona rotundifolia. Como sabes, las especies palmáceas de la familia Arecaceae son altamente resistentes a inclemencias y tiene un amplio rango de temperaturas de adaptación.
Temperatura
Livistona rotundifolia es una de las plantas más sensible a temperturas gélidas dentro de la familia de las palmeras. De hecho, es habitual, dada la lentitud de crecimiento, utilizarla también como planta de interior. Sin embargo, adaptándola desde pequeña al jardín frío, puede prosperar sin problemas mayores.
Su rango óptimo de temperatura está comprendido entre los 16 ºC y 28 ºC, algo muy común en zonas tropicales, donde acostumbra a crecer. Sin embargo, podemos ampliar mucho más el abanico de temperaturas, aunque evitaremos condiciones especialmente frías en invierno.
En zonas de bajas temperaturas, sus hojas pierden el brillo y verdor original, volviéndose más pálidas y con falta de desarrollo.
En invierno, las plantas jóvenes (menos de 3 años de edad), podemos aplicar mantillo o mulching de materia orgánica para incrementar la temperatura de suelo, ya que es el factor más sensible de desarrollo de la planta en bajas temperaturas.
Iluminación
La palmera livostona es una especie que necesita altas dosis de iluminación. Tendrás que ubicarla en el jardín en una zona especialmente soleada, al menos durante los primeros años de vida. Posteriormente y con los años, su altura hace que pocas especies o viviendas le hagan sombra, ya que supera con facilidad los 10 o 15 metros de altura.
Humedad
Es una de las especies más tropicales de la familia de las palmeras. Sin embargo, si la adaptamos desde le principio, puede vivir en zonas con humedades relativas por debajo del 60%. Su rango óptimo está comprendido entre 65%y 85%.
Suelo
Livistona rotundifolia se adapta perfectamente a todo tipo de suelos, pero tienes que tener en cuenta que la mejor opción son aquellos de tipo arenoso con buen drenaje. Aunque su sistema radicular sea potente, los encharcamientos no benefician para nada a la palmera y puede mostrar síntomas de pudrición.
Habrá que evitar suelos pesados y con facilidad de encharcamiento, especialmente con las lluvias otoñales o de invierno, cuando la planta entra en parada de crecimiento.
Riego
El riego de las palmeras debe controlarse bien, ya que es preferible no pasarse a los excesos. Su sistema radicular no está preparado para los excesos de agua, por lo que es aconsejable, según los expertos, dejar la tierra seca antes de cada riego.
Un plan de riego habitual y general que deberás adaptar según la zona y clima donde plantes tu Livistona rotundifolia es el siguiente:
- Riego en verano: 2 riegos por semana, con aporte de 4 a 8 litros por riego, según tamaño de la planta.
- Riego en invierno: 1 riego a la semana o cada 15 días, dependiendo de la pluviometría.
Las especies jóvenes son las que más tienen que controlarse el aporte de agua. Antes del próximo riego, podemos comprobar la humedad del suelo, ya sea de forma manual (palpando a 15 cm de suelo la humedad con la mano) o por medio de instrumentación.
Fertilización
Las especies de palmeras rara vez suelen fertilizarse, ya que no tienen producción de frutos ni sustituyen rápidamente sus hojas. Solo las especies jóvenes y en los jardines donde se desee un rápido crecimiento se podrá usar fertilizantes líquidos o sólidos para ello.
En caso de queramos aportar abono durante los primeros años de vida de Livistona rotundifolia, buscaremos aquellos ricos en nitrógeno, especial para plantar verdes y palmáceas.
Una relación apropiada de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) puede ser la fórmula NPK 12-5-12 con magnesio o NPK 12-8-16 en forma de gránulos de lenta solubilización. El aporte de fertilizante se realiza sobre la base del tallo principal.
Este fertilizante solo se aportará 1 o 2 veces por año, a inicio de primavera y mitad de verano, que es cuando más producción de hojas nuevas se realiza. Aportaremos entre 0,5 kg y 1 kg por planta joven.
Plagas y enfermedades de Livistona rotundifolia
A pesar de que podamos pensar que las palmeras como Livistona rotundifolia son extremadamente resistentes (y lo son), eso no quiere decir que no puedan recibir la visita de diversas plagas y enfermedades.
En general, es mucho más común la presencia de insectos que de hongos. Entre las plagas más comunes de la familia Arecaceae están las cochinillas, los picudos y los gorgojos.
El picudo de la platanera y los gorgojos excavan galerías internas y debilitan a la planta en general. Algunas hojas recién salidas aparecen deformadas fruto de la alimentación de los gusanos en estado larvario.
En este tipo de palmeras se suelen hacer tratamientos preventivos con jabón potásico, piretrinas y aceites.
Poda y mantenimiento
La poda es un elemento básico en el mantenimiento de cualquier palmera. En el caso de Livistona rotundifolia y como también sucede con las palmeras Washingtonia, se podan de abajo hacia arriba, manteniendo el mismo nivel en la circunferencia imaginaria.
Se podan con serrucho desde la base, lo más pegado al tronco principal, dejando, en especies jóvenes, al menos 3 alturas o niveles de hojas.
Livistona rotundifolia como planta de interior
En los primeros años de vida, Livistona rotundifolia puede cultivarse en macetas en el interior de casa. En ella se alcanzarán temperaturas muy agradables para su desarrollo.
Para ello, debemos elegir un sustrato que permita una buena oxigenación del medio, siendo recomendable la mezcla de turba o sustrato universal con algo de fibra de coco o arena.
La disposición se realizará en el entorno más luminoso posible de la casa, lejos de los rayos de Sol. Si el ambiente es muy seco (<60% de humedad relativa), debemos pulverizar la planta al menos 1 vez a la semana.
El riego deberá estar muy controlado, dejando que se seque el sustrato antes del siguiente. Esta norma hará que nunca fallemos en el riego y evitaremos pudrir a la planta por asfixia radicular.